martes, 30 de octubre de 2012

Adictas a los Teléfonos Inteligentes




Los teléfonos inteligentes cambiaron nuestra vida: ahora estamos siempre disponibles por todos los medios estemos donde estemos. Pero esta sencilla premisa ha hecho que un lado adictivo que no conocíamos salga a flote ¿sabes cómo controlarlo?
Tener la oficina contigo vayas a donde vayas y estar en contacto con tus amigos o conocidos mediante el teléfono, el chat, el Facebook, el Twitter o el email sin la necesidad de un ordenador, son, sin duda, las ventajas más increíbles de los Smartphone. Pero también son las más peligrosas y es que ¿hasta qué punto estar siempre disponibles representa la pérdida de tu tiempo libre y tu privacidad?.
Estas nuevas tecnologías han hecho que muchas mujeres sean incapaces de desconectar cuando llegan a casa: revisan constantemente el correo electrónico del trabajo, no se despegan ni un segundo de las noticias que dicen lo que ocurre en el mundo o está siempre comentando y “posteando” fotos e imágenes en Facebook. Son las nuevas tecno adictas.
Resulta importante reflexionar si estar siempre disponibles quiere decir necesariamente ser adictas a nuestro teléfono. Para ello, debemos comenzar por analizar cuánto tiempo de nuestro día pasamos pegadas a él. Si es más de lo que desearías es hora de cambiar.
Comienza por olvidarte de este aparato al llegar a casa, una vez que tu jornada laboral terminó es momento de compartir con tu familia y amigos, así que el teléfono no puede ser el protagonista. Durante los fines de semana también conviene desconectar un poco, incluso muchas personas pasan la mayor parte del tiempo con el móvil apagado, una gran alternativa para desprenderte de él y olvidar lo adictivo que puede ser.
Recuerda que, por más opciones de mantenerte conectada te ofrezcan, la vida real está afuera en el contacto día a día con la gente querida, en las calles que caminamos y los paisajes que vemos, en las experiencias que vivimos y no atrapadas en un móvil, por eso menos adicción tecnológica y ¡más ganas de vivir!